top of page

LA “DEGENERACIÓN ACTUAL” EN LA SOCIEDAD PERUANA

Tania Lucía 
Vargas Romero
Foto.jpg

Estudiante de Ingeniería Ambiental.

17 abril 2020

En el año 2019 los CEM de todo el país atendieron a 5140 menores víctimas de violación sexual y 166 casos de feminicidio.

 

Fuente: Diario Correo

“Por un poco de dinero sin remordimientos

los hermanos se pueden matar

por estrés o aburrimiento

otros se suelen suicidar

 asesinatos en televisión

o violaciones a la luz del sol”

 

Al reflexionar sobre lo desconcertante que es este fragmento de la canción “Degeneración Actual”, éxito del gran Pedro Suárez-Vértiz, a fines de la década de los 90, podemos identificar los casos más atroces de violencia que han acontecido en el Perú estas últimas semanas. Han pasado más de 20 años desde su composición, pero estos versos no han perdido valor a la hora de retratar la decadencia de nuestra sociedad.

 

Tan solo a inicios de marzo fuimos testigos del caso de Camila, una menor de edad que fue raptada, violada y asesinada por un adolescente de 15 años. Este hecho no solo conmovió e indignó al país por haber sido perpetrado contra una pequeña de 4 años, sino también por el sadismo del joven asesino, quien no se conformó con haberla ultrajado, la asesinó con un pico, metió el cuerpo dentro de un costal y lo enterró en un cerro. Casos como el de esta niña se replican a diario en nuestro país y, según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), un menor de edad es abusado sexualmente cada dos horas, esto es, 464 casos de menores víctimas de violación sexual y 19 casos de feminicidios ya registrados en los Centros de Emergencia Mujer (CEM), ambos datos pertenecientes tan solo al mes de enero del presente año.

​

Anteriormente, el pasado 27 de febrero un joven se suicidó al lanzarse a las vías del metro de Lima. En testimonios ofrecidos por la tía del joven al diario Expreso, ella declaró que su sobrino sufría de depresión desde hace muchos años, además se encontraba en un tratamiento farmacológico. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), en el 2018, se reportó la cantidad de 385 personas que se quitaron la vida en nuestro país y esta cifra siguió elevándose para el 2019. Cabe señalar que de cada 3 personas que cometen suicidio, 2 casos son a causa de la depresión. Además, un estudio difundido por la agencia Andina a mediados del 2019, declara que solo en Perú hay 1 millón 700 mil personas que padecen depresión, no obstante, la cifra de los que tratan la enfermedad llega escasamente a un cuarto del total.

 

Tras haber hecho una retrospección de dos de los hechos más impactantes que acontecieron en nuestra sociedad en conjunto de alarmantes cifras constatadas por las instituciones respectivas, podemos vislumbrar una relación entre ambos casos y, para mayor certeza, consultamos con la psicóloga Graciela Romero, egresada de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en la especialidad de Psicología Forense y con experiencia en casos de esta índole tras haber ejercido en el Laboratorio Central de Criminalística de la Policía Nacional del Perú, quien acotó lo siguiente: “Estos casos no son hechos aislados, por el contrario, guardan mucha similitud y a la vez dejan en evidencia el alarmante estado de la salud mental en nuestro país”.

 

Romero indica que, si bien es cierto, existe la ley N° 29889 que garantiza los derechos de las personas con problemas de salud mental. Sin embargo, lamentablemente, en la práctica no se dan los servicios adecuados para cumplir con su asistencia. Es más, nos cuenta que esta problemática se da en un 70% en niños y adolescentes, donde se cuenta con un psicólogo para más de 1000 personas, cuando contamos con alrededor de 1000 psiquiatras en todo el Perú. Sin necesidad de hacer cálculos, es más que claro que estas proporciones de oferta y demanda son irrisibles.

d2.JPG

En el Perú existen solamente 1082 médicos especializados en psiquiatría registrados en el Colegio Médico y un aproximado de 30 mil psicólogos registrados en el Colegio de Psicólogos del Perú.  (Fotografía: Freepik)

Durante la entrevista vía telefónica realizada el pasado 16 de marzo, la especialista también brindó su opinión sobre los acontecimientos expuestos: “Existen muchos adolescentes que transgreden las leyes; sin embargo, la solución predilecta no es simplemente meterlo en un correccional, pues de nada va a servir. Lo correcto es invertir en más centros ocupacionales que verdaderamente trabajen en la parte emocional, pudiendo, de cierta manera, recuperar a estos muchachos”. Cabe aclarar sobre lo expuesto, que no se busca aminorar los delitos cometidos por este chico, por el contrario, es importante comprender e identificar los “detonantes” que lo guiaron hacia este camino; pues tras el tiempo que pasó en el correccional, después de ser golpeado y abusado ahí, no creo que podamos esperar una reivindicación, es muy claro que las consecuencias en la conducta de esta persona serán mucho peores.

 

Asimismo, Romero también aclaró que la familia juega un rol fundamental para el tratamiento de pacientes con depresión, es deber de todos los integrantes trabajar de forma conjunta, brindar apoyo y seguimiento al paciente. Ella advierte que “si la familia no lo hace, ¿qué podemos esperar nosotros del gobierno? Ante indicios de comportamientos inusuales o manifestaciones de tristeza repentina en el familiar, se le debe llevar primero a un especialista, y después, comprometerse como familia a trabajar con ellos”.

 

El pasado 4 de marzo, el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, comunicó la creación del Consejo Nacional de Salud Mental. En declaraciones para los medios locales, el premier anunció que para el presente año se tiene como meta implementar 50 centros de salud mental comunitario y 35 hogares protegidos, especialmente en las regiones. Es preciso señalar que la problemática no solo radica en la falta de centros u hogares de ayuda, sino en el escaso seguimiento y continuidad otorgado a cada caso. Esperemos, pues, que lo prometido por el primer ministro se cumpla, ya que existe un cuantioso presupuesto de 132 126 637 soles que debe ser respetado de acuerdo con lo señalado en el “Plan Nacional de Fortalecimiento de Servicios de Salud Mental Comunitaria 2018 – 2021”.

d.JPG

Presupuesto por año, según objetivos específicos y actividades detallados en el “Plan Nacional de Fortalecimiento de Servicios de Salud Mental Comunitaria 2018 – 2021”.  (Fuente: Ministerio de Salud)

Puede que, debido a la situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos actualmente, esta problemática sea postergada o catalogada como de menor prioridad. En efecto, esta pandemia que nos aqueja merece una enorme atención y compromiso de la ciudadanía; sin embargo, aún en estos días de alerta puede presentarse un “virus” muy letal, antiguo y poco atendido, que no es propagado ni por contacto con un “infectado” ni por su presencia en el ambiente: la depresión, el abuso y dependencia del alcohol, los trastornos de ansiedad, la esquizofrenia, la violencia familiar, los trastornos de conducta y el maltrato infantil. Todos ellos pueden hacer acto de presencia en el momento menos esperado, inclusive es más probable su aparición en situaciones como esta cuarentena.

 

Es tarea conjunta de la familia, los especialistas y el gobierno sobrellevar esta situación de alerta en la que se encuentra la salud mental en el país. Solo un trabajo activo y responsable es capaz de erradicar o al menos aplacar esta “degeneración actual” en la que vivimos, nunca perder la esperanza de algún día poder cantar a todo pulmón: “Sé que todo ha acabado ya”.

bottom of page