PUEBLOS ORIGINARIOS: LENGUA, TERRITORIO Y RESISTENCIA
José Miguel
Rojas Espinoza

Estudiante de Biología.
23 junio 2020
Genocidio de Putumayo: El paraíso del diablo.
Fuente: Wikimedia Commons
Bordeando los caudalosos ríos o los inmóviles lagos, sobre caminos de tierra adornados con pastizales y desbordante vegetación, bajo el generoso clima tropical o el más cruel de los friajes; los pueblos originarios del Perú viven en armonía con su entorno, reconociendo que son solo una parte de él, admirando a su vez, el sistema autorregulado que Gaia mantiene para sí misma y del cual se benefician.
Los iñaparis, al igual que muchas etnias de la Amazonía peruana, atesoran esa conexión con su lugar de origen, una cosmovisión completamente distinta de quienes invadieron su territorio a fines del siglo XIX durante la macabra “fiebre del caucho” [1]. Les despojaron sus tierras, abusaron laboralmente de ellos esclavizándolos en pro de la industria y posteriormente un hacendado ordenó a un grupo de mil soldados la matanza de toda la etnia, masacre de la que algunas familias lograron escapar [2].
Las lenguas de los pueblos originarios conservan esa cosmovisión tan única que heredaron de sus antepasados, y juega un papel muy importante en su empoderamiento porque forjan la identidad de cada uno de ellos. Lastimosamente, la discriminación sufrida por hacer uso de su lengua materna desde la invasión española hasta el auge de la globalización en la que vivimos deja heridas que no pueden cicatrizar.
Ignorancia y retroceso se volvieron sinónimos de lo indígena para aquellas personas que consideran al conocimiento científico hegemónico y occidental como el único válido. No reconocen que el saber ancestral que estas familias poseen y comparten es tan o más útil y acertado, ignorando su manejo del ecosistema y la medicina que han desarrollado durante siglos, grandes muestras de ese conocimiento.
Los primeros intentos por revitalizar las lenguas aborígenes datan desde el gobierno del presidente Velasco, declarando al quechua como idioma oficial del Perú un 27 de mayo de 1975, fecha que se celebra y recuerda como el Día de las Lenguas Originarias. Fue el marco de la reforma agraria la que impulsó esa ley, y con ella, distintos esfuerzos educativos que no llegaron a buen puerto por la presura.
Casi 30 años más tarde, en 2003, se oficializan todas las lenguas originarias existentes en el territorio nacional, aunque desconocidas en su mayoría. Sin embargo, en la práctica no hubo cambios importantes. El registro actual [2] muestra 48 lenguas vigentes, entre ellas 44 amazónicas y 4 andinas; también indica que hay 35 lenguas extintas y advierte que hay 6 en situación vulnerable, pues solo cuentan con 1 a 8 hablantes.
Figura 1 : Lenguas originarias del Perú.

Fuente: Ministerio de Cultura.
«La escuela nos quitó nuestra lengua. Ahora que nos la devuelva», exigen los pueblos. Las secretarías de educación de las comunidades lo intentan sin apoyo del Estado, donde rige la exclusión social e indiferencia, con un gobierno que no asume responsabilidades ni tiene voluntad política. Las leyes han cambiado, pero el sistema de salud, de educación y judicial siguen discriminándolos.
A pesar de los esfuerzos que los pueblos hacen por preservar su lengua, basta preguntarnos cuál es la prioridad máxima en la lucha de estos para descubrir por qué la transmisión generacional del idioma pasa en ocasiones a un segundo plano: invierten la mayor cantidad de fuerza y tiempo en la defensa de sus derechos respecto al territorio, pues cada vez son más vulnerados y, en consecuencia, destruidos.
Figura 2: La lucha de Bagua (2009)

Fuente: Instituto de Defensa Legal.
La pandemia del COVID-19 que asola a las clases más olvidadas de nuestro país no solo está minando la salud de las comunidades nativas y aumentando su marginación, sino también provocando una intensa incertidumbre entre los pobladores, pues saben que en un estado de emergencia no tendrán libertad de expresión ni de asociación, y las empresas continuarán invadiendo, explotando y arrasando todo a su paso.
El decreto legislativo que pretende salvaguardar la salud de los pueblos originarios en la actual crisis sanitaria fue tardío, “decorativo", falto de especificaciones y con un presupuesto considerado insuficiente por las organizaciones indígenas. El Perú no debería necesitar más baños de sangre como el de Bagua para que las autoridades vuelvan a dirigir su atención a las necesidades y demandas de estos pueblos. Urgen las reformas.
Bibliografía:
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Chirif A. El caucho, un auge pagado con la vida de miles de indígenas. [Internet] CAAAP.org c2017 (Consultado 30 May 2020) Disponible en: https://www.caaap.org.pe/website/2017/10/24/el-caucho-un-auge-pagado-con-la-vida-de-miles-de-indigenas/
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Ministerio de Educación (MINEDU). Lenguas originarias del Perú. [Internet] Lima. c2018 (Consultado 29 May 2020) Disponible en: http://repositorio.minedu.gob.pe/handle/MINEDU/6261
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Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Actualidad Ambiental. No son ciudadanos de primera clase [Internet] Youtube. c2016 (Consultado 31 May 2020) Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=m67Tkfh7oj4